"...la mirada profunda no es, como la voz, ligera..."
Tus ojos, siempre tus ojos,
serán para mis poemas.
El cuerpo dáselo al viento,
al sol, al mar, a la tierra
--la mirada encierra el alma
y el alma sin ella es ciega
que la mirada profunda
no es, como la voz, ligera.
serán para mis poemas.
El cuerpo dáselo al viento,
al sol, al mar, a la tierra
--la mirada encierra el alma
y el alma sin ella es ciega
que la mirada profunda
no es, como la voz, ligera.
Con el mundo entre las manos
iba corriendo a la siega
de un campo que te ofrecía
las once espigas más nuevas.
Veintiún granos de trigo
fueron la enorme cosecha
de un año que unió dos surcos
y en los dos dejó sus huellas.
Amor que nunca se acaba
porque siempre se renueva,
pero tus ojos--tu alma--
serán para mis poemas.
iba corriendo a la siega
de un campo que te ofrecía
las once espigas más nuevas.
Veintiún granos de trigo
fueron la enorme cosecha
de un año que unió dos surcos
y en los dos dejó sus huellas.
Amor que nunca se acaba
porque siempre se renueva,
pero tus ojos--tu alma--
serán para mis poemas.